martes, 8 de abril de 2008

La Casa de Parchita

Existe una casa en la calle Convento en la cual todavía habita la placidez Puertorriqueña. Es una placidez que Mirna Báez logra captar perfectamente en sus pinturas. La placidez que recuerdo de los largos días de verano que disfrutaba de niña y las tardes de juego después del colegio. Es algo en el aire, en el ambiente, en el sonar de las hojas con el viento, es un sentir.

En esa casa de la calle Convento vive Parchita hace cuatro anos sin pagar renta. Poco sabe ella que sus días de placidez están por terminar. La casa de Parchita lleva muchos años vacía pero atendida. Ahora la ocupara una familia y le harán las alteraciones necesarias para poder vivirla bien. La calle Convento era una calle hermosa, mayormente con estructuras de dos pisos de vivienda, todas con jardín enfrente, su verjita y su portoncito enmarcando arquitectura criolla Santurcina. Con el desarrollo del Hospital San Jorge muchas de estas casas han sido adquiridas por médicos, laboratorios y terapistas. Aunque algunas han mantenido algo de su fachada, no así la mayoría y la calle ha perdido aquel encanto tan de aquí.

Yo dejaría la fachada de la casa de Parchita como esta. Y dejaría el portoncito y la verjita con los árboles al frente perfecto tanto para veladas románticas como para juegos de niños. Pero la suerte de las casas de Santurce ya esta echada. O las alteran o las tumban. Y todos aquellos vecindarios de mi niñez, de hermosas casas con recovecos, dejan de ser para convertirse ellas y su entorno en otra cosa que nos aleja cada día de aquella placidez.

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